Este molusco está críticamente amenazado y es una especie endémica que solo se encontraba en los rápidos de Apipé, en el río Paraná. La modificación de su hábitat (el cambio de los niveles de agua, la profundidad y la pureza del agua)  impactó negativamente en la distribución de estos caracoles, cuyas poblaciones hoy están extremadamente acotadas en la naturaleza.

Estado de conservación

Según la UICN, está especie está declarada Extinta en vida silvestre (enero de 2000). La construcción de complejos hidroeléctricos en la zona modificó el ambiente donde habitaban y produjo su desaparición.  Se ha logrado su mantenimiento y reproducción en acuarios.

EL ORIGEN DEL PROYECTO

En 1990 el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” empezó a trabajar con la especie.  En acuarios especialmente diseñados,  se mantuvieron y reprodujeron  ejemplares con el objetivo de reintroducirlos en su área de distribución histórica.

NUESTRO OBJETIVO

En diciembre de 2022, más de 200 caracoles fueron trasladados del Museo a un espacio especialmente acondicionado en el Acuario del Bioparque.  El objetivo del proyecto es incrementar el número y tamaño de las poblaciones de los caracoles para reducir su riesgo de extinción y que pronto vuelvan a su hábitat natural. 

Además de Fundación Temaikèn, otras  instituciones trabajan en la conservación del caracol de Apipé: el  Ecoparque de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) con la Entidad Binacional Yacyretá. Juntos unimos esfuerzos y capacidades para lograr la conservación de la especie.

Su modo reproductivo, una particularidad de la especie

Su modo reproductivo se conoce como partenogénesis: se da sin la participación de elementos masculinos. Las hembras desarrollan, en simultáneo, hasta tres embriones dentro de un marsupio ubicado en la región posterior de la cabeza. Las crías son liberadas cuando alcanzan un tamaño de 3-5 mm.  La liberación anual de crías sucede en dos eventos reproductivos estacionales.

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