Conocé más sobre las historias de algunos de los animales que fueron rehabilitados en el CRET

Gato Montés

Este gato montés fue rescatado por un poblador en el Delta, como una cría. Se lo trasladó a distintos recintos según su etapa de vida, y en un esfuerzo único logró ser reinsertado en una reserva local.

Mono Carayá

Víctimas del mascotismo, los monos carayá llegan al CRET con problemas de desnutrición y deshidratación, y su rehabilitación implica un difícil proceso de adaptación a la dieta adecuada a su especie, porque generalmente están acostumbrados a comida para humanos.

En los primeros meses, los cuidadores trabajan intensamente para mejorar las condiciones de vida, buscando lograr la vinculación con otros individuos de la misma especie para que de esta manera incorpore o desarrolle conductas como el acicalamiento, la forma de dormir y compartir el hábitat, el forrajeo para obtener los alimentos y formar de esta manera, la familia que proveerá contención y alto bienestar a cada individuo. Algunos de los animales recepcionados pudieron ser derivados a santuarios establecidos en su ambiente de origen. Otros, que no podrían reintroducirse, fueron integrados como un grupo familiar dentro del Bioparque, y hoy son animales embajadores de la problemática.

Pardela

Las aves marinas son víctimas del avance urbano y de la pesca no controlada. Esta pardela de Manx fue rehabilitada con las mismas técnicas que se utilizan con aves empetroladas. Llegó con el plumaje muy dañado, y luego de meses de tratamiento y un recinto especial, está muy bien encaminada para volver a su hábitat marino


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