Los Zorros Voladores son de hábitos crepusculares, encontrándose más activos en las últimas horas de la tarde.
Descansan en los árboles más altos del bosque, lugar que pueden utilizar para este fin por varias décadas. De esta manera, los árboles pierden parte de la corteza y del follaje debido a sus garras.
Estos animales forman grandes colonias que superan los 100 individuos. Entre ellos, existe una jerarquía social, donde los machos dominantes ocupan los lugares más seguros, es decir la parte más alta de los árboles. El resto del grupo, tomará su lugar en las ramas más bajas, quedando expuestos a los predadores.
Muchos murciélagos se orientan por medio de ondas sonoras, es decir, sonidos que emiten y que luego de rebotar en el ambiente son captados por medio del oído. Este mecanismo, llamado sistema de ecolocalización, se encuentra muy desarrollado en los murciélagos de vida nocturna. En cambio, los Zorros Voladores al poseer hábitos diurnos, este sistema se encuentra muy poco desarrollado.
La época reproductiva de estos animales es en primavera. Poseen un período de gestación que varía según la especie: entre 4 y 6 meses. Tienen generalmente una cría por año y los nacimientos se producen entre fines de marzo y principios de abril.
Las hembras paren sosteniéndose con los pulgares, formando una especie de hamaca, así la cría sale de cabeza. Una vez nacida, es cargada por la madre durante los primeros días de vida y luego es dejada en una rama cuando ésta va en busca de alimento. El período de amamantamiento dura 4-5 meses aproximadamente.
Al año de vida ya alcanza el tamaño del adulto y a los 2 años se encuentra maduro sexualmente.
Los Zorros Voladores presentan un promedio de vida de 15 a 20 años (hasta el momento, el murciélago más longevo en ambiente bajo cuidado humano alcanzó los 31 años).