Los flamencos son aves gregarias, esto quiere decir que viven en grupos. Poseen abundantes y sonoras vocalizaciones para comunicarse. Cuando están inquietos, todos juntos extienden el cuello y mueven la cabeza de un lado a otro, gritando o trompeteando con el pico orientado hacia el cielo. Si el peligro persiste, toda la colonia, incluso centenares de miles de individuos, se ponen en movimiento en la misma dirección.
La extrema sociabilidad presenta inconvenientes, basta que un grupo o una unidad de la colonia se vea perturbada o apartada de sus actividades reproductivas para que se difunda el fenómeno en cadena, como si fuera una epidemia, y bloquee el ciclo de toda la colonia. Esto explica por qué en muchas zonas la nidificación es irregular, no estacional, y en muchos casos resulta completamente bloqueada.
A la hora de descansar, adoptan una postura muy típica: apoyados sobre una sola pata con el cuello sobre la espalda y la cabeza entre las plumas. Pasan así, inmóviles, largas horas del mediodía.
El vínculo de la pareja es de tipo monógamo. El cortejo lo realizan todos los machos juntos al mismo tiempo. Cada pareja defiende como territorio propio su nido y aquellos centímetros escasos que lo separan de los restantes nidos. Hay diferentes ceremonias de cortejo que se producen en grupo y que son sumamente ruidosas.
El nido es construido por ambos padres. Puede llegar a medir entre 38 a 45 cm de altura, construido de barro en forma de cono truncado con una depresión en el centro. La hembra pone de uno a dos huevos, aunque es muy común observar uno solo. El huevo es ovalado y de color blanco. En la incubación participan ambos padres y dura aproximadamente entre 30 a 32 días.
Las crías permanecerán en los nidos hasta unos 12 días aproximadamente y serán alimentadas con la “leche de buche” hasta que estén aptos de filtrar su propio alimento. Esta sustancia se produce y almacena en el buche y es generada por ambos padres, pero no es una verdadera leche ya que no posee la misma composición que la que producen las hembras de los mamíferos.
Cuando los pequeños dejan el nido, ya están listos para caminar y nadar. Ellos se unen al grupo y son cuidados por otros adultos que se comportarán como “niñeras” mientras sus padres se alimentan. Luego, éstos reconocerán a sus crías por los sonidos que emiten.
Las crías maduran sexualmente a los 6 años de edad.
El flamenco es un animal longevo, que puede superar los 40 años de vida.